La madre que me parió

Historia real

esta semana en una tienda de libros donde también venden cosas para hacer manualidades, pinturas etc.

Estoy buscando un rotulador para mi hijo

y escucho a una chica que iba con un adulto y lo que parecían sus dos hijos

la chica gritando por la tienda que le iba a comprar las pinturas mas baratas que pudiese a su hijo, que caminaba avergonzado con la mirada clavada en el suelo.

Seguia gritando

“otro capricho mas que me va a costar una pasta”

iba buscando la aprovación del otro adulto con su discurso, chillando en media de la tienda

chillando

automaticamente he pensado que si su hijo algun dia quiere tocar la bateria, le iba a comprar una tan mala que le iba a quitar las ganas de tocar, lo mismo un aero drums de esos que hay para que el chaval se imagine que la toca.

Si yo me he sentido mal, no quiero imaginarme al chaval, machacado por una garrula, humillado en público.

Hay que probar cosas, equivocarse

no me refiero a ser un capullo y un caprichoso

pero hay que buscar lo que a uno le gusta y a veces a la primera no se encuentra.

Uno no elije a su madre y tiene que aprender a lidiar con lo que le ha tocado, para bien o para mal.

Pero la verdad, me duele que haya alguien ahí afuera, con hambre de aprender, con talento y que no pueda desarrollar nada por su entorno. 

No todo el mundo consigue cambiar de entorno cuando lo quiere hacer, no todo el mundo.

Ojalá el chico avergonzado que vi esta semana se convierta en el nuevo Dalí y le pegue a su madre un buen brochazo en algún sitio doloroso, ojalá.

Tengo una escuela de batería online, es muy barata y con ella puedes convertirte en el batería que deseas, 

es tan barata que tu madre no te va a poner problemas en pagartela, 

lo mismo piensa que es una escuela chunga, pero tu y yo sabemos que se equivoca.

Estudia que la vida son dos palos.